Los suplementos de vitamina D2 pueden debilitar la inmunidad, según un estudio

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Una nueva investigación sugiere que los suplementos de vitamina D2, comúnmente disponibles en el Reino Unido, en realidad pueden reducir los niveles de la vitamina D3, más eficaz, en el cuerpo. Este sorprendente hallazgo plantea dudas sobre el uso generalizado de D2, especialmente a medida que se acerca el invierno, cuando los niveles de vitamina D disminuyen naturalmente debido a la exposición limitada a la luz solar.

El problema de la vitamina D2

Durante años, la vitamina D2 (ergocalciferol) ha sido una recomendación estándar para la suplementación, especialmente para veganos y quienes evitan los productos animales. Sin embargo, un metaanálisis de la Universidad de Surrey, publicado en Nutrition Reviews, revela que tomar D2 puede reducir la concentración corporal de vitamina D3 (colecalciferol), la forma que los humanos producen a partir de la luz solar y utilizan de manera más eficiente.

Los investigadores analizaron datos de múltiples ensayos aleatorios y descubrieron que los participantes que tomaban suplementos de D2 a menudo terminaban con niveles más bajos de vitamina D3 que aquellos que no tomaban ningún suplemento. Esta no es sólo una diferencia menor; en algunos casos, la suplementación con D2 agotó activamente las reservas de D3.

Por qué la vitamina D3 es más importante

“Los suplementos de vitamina D son importantes, especialmente entre octubre y marzo, cuando nuestros cuerpos no pueden producir vitamina D a partir de la luz solar”, explica Emily Brown, PhD, investigadora principal del estudio. “Sin embargo, descubrimos que los suplementos de vitamina D2 en realidad pueden disminuir los niveles de vitamina D3 en el cuerpo, lo cual es un efecto previamente desconocido de tomar estos suplementos”.

Esta diferencia no se trata sólo de los niveles en sangre. Una investigación separada, incluido un estudio en Frontiers in Immunology, indica que la vitamina D3 desempeña un papel más crítico en el apoyo a la función inmune. Específicamente, D3 estimula el sistema de señalización del interferón tipo I, un componente clave de la primera línea de defensa del cuerpo contra infecciones virales y bacterianas. La vitamina D2 no parece tener el mismo efecto.

“Hemos demostrado que la vitamina D3, pero no la vitamina D2, parece estimular el sistema de señalización del interferón tipo I… un estado saludable de vitamina D3 puede ayudar a prevenir que virus y bacterias se afiancen en el cuerpo”, dice el profesor Colin Smith de la Universidad de Surrey.

Implicaciones para la salud pública

La deficiencia de vitamina D ya es un problema importante de salud pública, particularmente en el Reino Unido durante los meses de invierno, cuando una gran parte de la población cae por debajo de los niveles óptimos. Los hallazgos sugieren que es posible que sea necesario reevaluar las directrices actuales sobre suplementación.

El profesor Martin Warren, del Instituto Quadram, subraya la urgencia: “Abordar esto con la forma más eficaz de suplementación con vitamina D… es de suma importancia para la salud de la nación”.

Si bien se necesita más investigación para comprender completamente las consecuencias a largo plazo de la suplementación con D2, los expertos coinciden en que priorizar la vitamina D3, cuando sea factible y apropiado, podría ser una estrategia más eficaz para mantener niveles adecuados de vitamina y una función inmune sólida.

La conclusión clave es simple: si estás tomando suplementos de vitamina D, considera si la D3 podría ser una mejor opción, especialmente si te preocupa apoyar tu sistema inmunológico durante los meses más fríos.