Investigaciones recientes destacan la urolitina A como un compuesto prometedor para mitigar el deterioro inmunológico relacionado con la edad y la inflamación crónica, a menudo denominada “inflamatoria”. Un estudio pequeño, pero notable, publicado en Nature sugiere que la suplementación con urolitina A puede impactar positivamente los biomarcadores asociados con el envejecimiento. Sin embargo, la producción de la molécula dentro del cuerpo es muy individual y depende de un microbioma intestinal específico.
La ciencia detrás de la urolitina A
La urolitina A no se consume directamente; en cambio, es un metabolito creado cuando las bacterias intestinales descomponen los elagitaninos y el ácido elágico que se encuentran en ciertos alimentos. Aproximadamente el 40% de las personas producen de forma natural cantidades suficientes de urolitina A, mientras que el resto puede que no, dependiendo de la composición de su flora intestinal. El estudio realizado por el Dr. Florian Greten y su equipo en el Georg-Speyer-Haus Institut für Tumorbiologie encontró que 1.000 mg de urolitina A al día durante cuatro semanas dieron como resultado cambios detectables en los biomarcadores relacionados con la función inmune en adultos de mediana edad.
Por qué es importante: La influencia del microbioma intestinal en la salud sistémica es cada vez más reconocida. Esta investigación subraya cómo las diferencias biológicas individuales pueden afectar la eficacia de las intervenciones dietéticas. Si bien el estudio fue financiado por una empresa de biotecnología que produce suplementos de urolitina A (Mitopure), los hallazgos se suman a un creciente conjunto de evidencia que sugiere posibles beneficios para la longevidad.
Fuentes alimenticias versus suplementos
Si bien los suplementos pueden superar las limitaciones del microbioma, la urolitina A también se puede generar a través de la dieta. Las fuentes de alimentos más importantes incluyen:
- Granada: Rica en elagitaninos, precursor de la urolitina A.
- Nueces: Contienen ácido elágico, otro compuesto clave.
- Frambuesas: Aportan elagitaninos para la conversión intestinal.
- Moras: Similar a las frambuesas, una buena fuente de compuestos precursores.
Sin embargo, lograr los mismos efectos que la dosis de suplemento de 1000 mg del estudio solo a través de la dieta requeriría consumir cantidades poco prácticas de estos alimentos: el Dr. Greten estima 1,5 litros de jugo de granada al día.
El resultado final
La urolitina A es una molécula prometedora en la investigación de la longevidad, pero los resultados individuales variarán según la composición del microbioma intestinal. Los suplementos pueden ofrecer un enfoque más consistente, mientras que las fuentes dietéticas requieren un perfil bacteriano específico para una conversión efectiva. Se necesita más investigación para determinar las dosis óptimas y los efectos a largo plazo, pero esta molécula representa una frontera apasionante en la salud relacionada con la edad.
