Kourtney Kardashian Barker ha hablado abiertamente de sus experiencias con la maternidad, revelando un cambio de depender del instinto con su primer hijo a un enfoque más deliberado más adelante en la vida. Durante un episodio reciente de “The Kardashians”, la estrella de reality de 46 años compartió que cuando tuvo a su hijo mayor, Mason (ahora de 15 años), carecía de una orientación clara y no consultaba recursos para padres.
“Cuando tenía 30 años y tuve a Mason, nadie me dijo qué hacer, no leí ningún libro, pero lo que sentí, mi instinto maternal, fue ser madre con apego”, dijo Kardashian Barker en un confesionario. Esto pone de relieve una experiencia común para muchos padres primerizos, donde no hay presión para ajustarse a las expectativas, lo que permite un estilo de crianza más orgánico.
Sin embargo, el enfoque de Kardashian Barker evolucionó antes del nacimiento de su hija, Penélope, en 2012. Leyó específicamente sobre la crianza con apego, lo que indica una decisión consciente de adoptar un estilo particular. La estrella también señaló que su capacidad para elegir si trabajar o no ahora le otorga la libertad de priorizar la paternidad de una manera que no podía antes en su carrera. Esto refleja una tendencia creciente entre los padres adinerados que pueden permitirse el lujo de equilibrar el trabajo y el cuidado de los niños en sus propios términos.
Kardashian Barker y Travis Barker comparten un hijo de 2 años, Rocky, mientras que ella tiene otros tres hijos (Mason, Penelope y Reign) con su ex Scott Disick. Barker también tiene dos hijos de un matrimonio anterior. A finales de 2023, respondió a las críticas sobre tener a Rocky a los 44 años, desestimando el juicio con una declaración firme: “¿Cómo te atreves a cuestionar el plan de Dios?” Esto ilustra cómo las madres famosas se expresan cada vez más a la hora de reclamar sus opciones reproductivas.
La estrella de reality también acabó con los rumores de embarazo en agosto, respondiendo a un comentario en las redes sociales con una respuesta alegre: “Comiendo panqueques… y saltando desde acantilados”. Este desprecio juguetón subraya su capacidad para controlar la narrativa en torno a su vida personal.
Las reflexiones de Kardashian Barker brindan una mirada sincera a la evolución de la maternidad, desde las primeras experiencias instintivas hasta una crianza más intencional según lo permite la estabilidad financiera. Su historia también refleja cambios culturales más amplios en la forma en que las mujeres abordan la reproducción, el trabajo y las expectativas sociales.









